El somier tiene gran importancia e influencia en el descanso, ya que sobre él se asienta el colchón. Una buena base garantiza una columna vertebral sana y sin problemas, favorece la posición correcta de la misma y mantiene el colchón en las condiciones adecuadas. Pueden ser de tres tipos:
- De muelles: Presenta pocas ventajas y numerosos inconvenientes. Los muelles suelen ir cediendo y tienden a hundirse en el centro, con lo que la espalda incurre en una postura incorrecta y nociva.
- De láminas: De madera, el conjunto de láminas ofrece una mayor adaptabilidad a las formas y al peso del cuerpo. Es la base ideal para un colchón de látex, ya que favorece la correcta ventilación. Debe tener al menos 27 láminas para repartir mejor el peso del colchón y ser rígidas o semirrígidas, con espacios libres que permitan una buena ventilación.
- Articulado: Manual o eléctrico, está indicado en personas con problemas de circulación en las piernas (se puede levantar a la altura de los pies), de respiración (se puede elevar la parte sobre la que se sustenta la cabeza), etc. Se puede combinar con colchones de muelles, de látex y de tempur.
- Canapé: Su principal inconveniente es que impide la correcta ventilación del colchón. Algunos aportan soluciones prácticas a la falta de espacio en las casas, ya que son abatibles y pueden servir para guardar ropa de cama y otros enseres. Se puede combinar con colchones de muelles.
Para sacarle el máximo partido al colchón es fundamental que la base sea firme y uniforme. Por último, es importante tener en cuenta que un colchón nuevo sobre un somier viejo se estropea antes, por lo que se recomienda renovar el sistema de descanso al completo.
Fuente: http://www.pulevasalud.com/ps/subcategoria.jsp?ID_CATEGORIA=104065#4
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