domingo, 14 de agosto de 2011

Cómo dormir bien

Para disfrutar de un buen descanso nocturno hay que evitar muchas conductas, como cenas copiosas, consumo de café o té… Te proponemos algunas medidas indispensables para que llegues a descansar mejor.
1. Medidas para dormir mejor
Como medidas indispensables para el buen dormir se proponen:
- Vivienda. A la hora de comprar o alquilar una vivienda conviene que esté alejada de líneas de alta tensión, del potencial eléctrico de una unidad de producción industrial, de líneas férreas electrificadas y de lugares con gran circulación de coches, pues supuestamente empeoran las influencias nocivas del subsuelo y del entorno.
- La habitación. Se recomienda evitar aparatos eléctricos en las habitaciones donde dormimos, tales como radiodespertadores, televisores y ordenadores. Sugieren que lo ideal sería colocar un desconector automático a la red del dormitorio, de modo que durante la noche no exista electricidad en su red, o por lo menos su voltaje no supere los 8 voltios. Apagar el movil es también una buena medida ya que sus ondas interfieren con el sueño.
Ubicación de la cama. No instalar la cama sobre áreas afectadas por radiaciones terrestres, alguna falla en el subsuelo, corrientes de agua subterráneas sobre todo si están contaminadas, una bodega sin abertura o unos cimientos mal orientados, pues pueden ser causa de trastornos y hasta de graves enfermedades.
- Características de la cama. Que la cama sea preferiblemente de madera maciza, sin barnices químicos y con capas de aceite natural y con la cabecera orientada hacia el norte.
- El somier. Un somier hecho con listones elásticos de madera para evitar el llamado "efecto antena".
- El colchón. Un colchón de materia natural como relleno de paja, crin vegetal, fibra de coco, algodón o lana que debe ventilarse periódicamente. El inconveniente es que puede provocar alergías. Las fundas de los colchones deberían ser de algodón puro, sin teñir y las mantas, sabanas y almohadas de fibras naturales.
- Decoración. Es conveniente evitar ruidos molestos, luces que distraigan y una decoración basada en colores excitantes, pues la habitación debe invitarnos a la calma y al descanso.
- Temperatura. Otro hecho que puede condicionar en gran medida la calidad de nuestro sueño es la temperatura de la habitación. Mantenerla entre los 23 y 26 grados es lo ideal. Ni excesivo calor, ni demasiado frío. De todas formas es preferible cerrar la calefacción durante la noche.
- Ventilación. Una correcta ventilación y oxigenación del dormitorio es otro paso indispensable que podemos asegurar dejando una ventana entreabierta y en algunos casos retirando las plantas (cuando hay excesiva cantidad) del ambiente donde dormimos.
- Almohadas. Deberíamos olvidar las grandes almohadas y decidirnos por un modelo pequeño y plano para que nuestra espalda descanse lo más correctamente posible.
- Hábitos. Generalmente se considera que no es bueno irse a dormir inmediatamente después de cenar, pero tampoco debemos cometer el error de irnos a la cama con el estómago vacío. Seguir un ritual diario antes de acostarse: lavarse los dientes, desmaquillarse, preparar la ropa para el día siguiente,...parece ser que induce al sueño. No perderíamos nada con probarlo.
- Postura. Se recomienda dormir con la cabeza levemente más baja que los pies. Esta postura relaja nuestros músculos abdominales y la espalda, y favorece el retorno venoso.
- Ropa de la cama. La ropa de cama conviene que sea ligera y amplia para permitirnos libertad de movimientos. Mejor de algodón o fibras naturales para evitar la electricidad estática.
Serán necesarios años de investigación y experimentación antes de que la ciencia pueda determinar la naturaleza exacta de estas energías que tanto preocupan a geobiólogos, ecologistas y naturistas, mientras tanto, aunque solo fuera por las dudas, nada nos costaría ir cambiando algunas cosas de acuerdo a los planteamientos anteriores.
Fuente: Puleva Salud

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